sábado, 29 de septiembre de 2012

TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Un trastorno alimenticio implica más que simplemente hacer dieta para perder peso o hacer ejercicio todos los días. Se trata de comportamientos alimenticios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas.
 
Los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia y bulimia nerviosa (más conocidas como "anorexia" y "bulimia"). Pero existen otros trastornos relacionados con la alimentación que se están volviendo más comunes, como  los trastornos relacionados con la imagen corporal o las fobias a determinados alimentos. Se hablará de los dos trastornos más comunes.

Anorexia

Las personas que padecen anorexia sienten un miedo real a engordar y tienen una imagen distorsionada de las dimensiones y la forma de su cuerpo. Es por esto que no pueden mantener un peso corporal normal. Muchos adolescentes con anorexia restringen la ingesta de alimentos haciendo dieta, ayuno o ejercicio físico excesivo. Apenas comen, y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión.
Otras personas que padecen anorexia recurren a otro tipo de métodos: ingieren grandes cantidades de alimentos y luego tratan de deshacerse de las calorías induciendo el vómito, tomando laxantes, haciendo ejercicios físicos en exceso, o mediante una combinación de estas.

Bulimia

La bulimia es similar a la anorexia. En el caso de la bulimia, quien la padece come en exceso y después trata de compensarlo con medidas drásticas, como el vómito inducido o el ejercicio físico en exceso para evitar subir de peso. Con el tiempo, esto puede resultar peligroso, tanto física como emocionalmente. También puede conducir a comportamientos compulsivos (es decir, comportamientos que son difíciles de evitar).
 
El diagnóstico de bulimia se da cuando una persona recurre al exceso de comida y a purgantes de manera regular, al menos dos veces por semana, durante un par de meses. Estos excesos de comida no equivalen a situaciones como ir a una fiesta, comer cantidades excesivas de pizza y al día siguiente decidir ir al gimnasio y comer más sano.
 
Las personas bulímicas comen grandes cantidades de comida de golpe (generalmente comida chatarra) y suelen hacerlo a escondidas. Con frecuencia comen alimentos que no están cocidos o que aún están congelados. Suelen sentir que no pueden dejar de comer y solo lo hacen cuando están demasiado llenos como para seguir comiendo. La mayoría de las personas que padecen bulimia luego recurren a los vómitos, a laxantes o al ejercicio físico excesivo.

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